Bogotá, 19 de Diciembre de 2012. Las huellas que deja
la pólvora son imborrables porque además de las consecuencias físicas, el daño
moral es insuperable. Un niño afectado por pólvora tiene que vivir toda su vida
con las lesiones que causan estos artefactos.
Ofrecer pólvora a los
menores es exponerlos a lesiones permanentes que van desde quemaduras, hasta
mutilaciones e incluso la muerte.
PREPÁRATE
· No compres ni utilices en tu casa y empresa productos derivados de la
pólvora, que pongan en riesgo la integridad física.
·
La manipulación y uso de pólvora y sus derivados, sólo es permitido a
personal especializado.
· No permitas la cercanía de fumadores ni almacenes varios productos en un
solo lugar, ya que la detonación accidental de uno desencadena la del siguiente.
·
Participa en las capacitaciones y simulacros desarrollados por la
Defensa Civil Colombiana en coordinación con el Sistema Nacional para la
Gestión del Riesgo de Desastres.
ACTÚA
· Dentro de las lesiones producidas por el uso de la pólvora, las más
frecuentes son quemaduras, lesiones oculares y amputaciones cuando el estallido
es de manera anticipada.
· Si tienes la posibilidad, humedece el área afectada y mantenla hidratada
con agua, si hay ampollas no las estalles.
·
Traslada a los afectados inmediatamente a un centro asistencial.
RECUPÉRATE
·
Dispón de un sitio adecuado donde recolectar los residuos, de manera que
no se genere un incendio posterior.
·
Si tú o una persona de tu familia ha sido lesionada, sigue las
instrucciones del médico tratante.
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